Yo no soy amigo de los consejos, ni de darlos ni de recibirlos; aunque no sé porque extraño motivo siempre estoy en uno de esos dos lados, o dándoles o recibiéndoles; y evidentemente me encuentro mejor en la primera acción, dando, porque al recibirlos parece que por un lado te llevas una bronca y por otro que no haces algo; sin embargo la sensación de dar siempre es más placentera.
Por eso esta semana voy a usar una carta de Jackson Brown. Este hombre es un padre preocupado por la felicidad de su hijo y por ello le ha escrito estos “consejos” cuando este se ha ido a estudiar a la Universidad, lejos de su casa.
Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros.
Los mensajes tuvieron tanto éxito, que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con ellos, “Life’s Little Instruction Book”, una publicación que rápidamente se convirtió en un best seller traducido a varios idiomas.
Comparto con vosotros los consejos.
Hijo:
- Cásate con la persona correcta. De ésta decisión dependerá el 90% de tu felicidad o tu miseria.
- Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
- Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.
- Ten un buen equipo de música.
- Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.
- Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
- Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
- Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
- Maneja coches que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
- Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
- No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
- Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza).
- Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
- Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
- Haz lo que creas que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
- Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
- Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas.
- Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
- Recuerda el viejo proverbio: sin deudas, no hay peligros ni problemas.
- No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
- Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. El que no vive para servir, no sirve para vivir.
- Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno
- . • Confía en la gente, pero cierra tu coche con llave.
- Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también ‘el gran riesgo’.
- Nunca confundas riqueza con éxito.
- No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
- No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.
- Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.
- Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.
- Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.
- No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
- No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
- Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.
- No confundas confort con felicidad.
- Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
- Escucha el doble de lo que hablas (por eso tenemos dos oídos y una sola boca).
- Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
- Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
- Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
- Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
- Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.
- La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo
Regla nº 113:» Pídeles consejos a los viejos y a los jóvenes, pero sigue tu propio sentido común»
Gracias Domingo, hoy mismo se lo voy a dar a Maria.