Regalos peligrosos

Primero os quiero contar una historia, después hablaremos sobre ella.
“Mi mujer me ha regalado para mi cumpleaños un vale para una semana, con “personal trainer”, en un gimnasio de lujo. Mi personal trainer: Marlene, ha resultado ser una instructora de aerobic de 26 años, modelo de trajes de baño.
LUNES: Empiezo mi día a las 6 de la mañana. Ha sido bastante difícil levantarse, pero todo ha cambiado cuando he llegado al gimnasio y he visto a Marlene esperándome. Parece una diosa griega: alta, rubia, ojos azules, pechos increíbles y una gran sonrisa, con unos labios carnosos espectaculares. Marlene me ha mostrado los distintos aparatos y me ha tomado el pulso después de 5 minutos en la bicicleta fija. Se ha alarmado que mi pulso esté tan acelerado, pero yo lo he atribuido a su malla de lycra metida ajustad. He disfrutado viéndola dar su clase de aerobic, después de terminar mi inspirador día de ejercicio. Marlene me ha estado motivando cuando he hecho mis flexiones, a pesar de que me duele la barriga de tanto meterla para adentro cada vez que ella ha pasado junto a mí.
MARTES: Un café doble bien cargado y ¡¡¡al gimnasio!!! Marlene me ha puesto a levantar una barra de metal y después se ha atrevido a ponerle ¡¡¡pesas!!! Mis piernas están un poco debilitadas por la cinta, pero he logrado correr ¡¡¡UN KILÓMETRO COMPLETO!!! La aprobadora sonrisa de Marlene y su guiño cómplice han hecho que todo merezca la pena. ¡¡¡Me siento fantástico!!!… es una nueva vida para mí.
MIÉRCOLES: La única forma de lavarme los dientes ha sido poniendo el cepillo sobre el lavabo y moviendo la cabeza a ambos lados encima de él. Creo que tengo una hernia en los pectorales. Conducir no ha sido tan fácil: sólo al frenar y dar vueltas al volante me duele hasta el pelo… he estacionado encima de una moto. Marlene se ha impacientado un poco conmigo por considerar que mis aullidos de dolor al levantar las pesas han molestado a los demás socios del club. La verdad es que su voz resulta un poco aguda a esas horas de la mañana, y cuando grita se vuelve nasal y muy molesta. Como no puedo correr en la cinta porque me duelen los testículos, Marlene me ha puesto a hacer “steps”, de forma que ahora también me duele el culo!!!. Me ha dicho que me ayudará a ponerme en forma y a disfrutar de la vida: otra de sus tantas gilipolleces y promesas.
JUEVES: Marlene me está esperando con sus dientes de vampiro y su sonrisita estilo “Joker” .He llegado media hora tarde… ¡el tiempo que he tardado en ponerme los zapatos! La muy zorra me ha puesto a trabajar con las anillas pero, en cuanto se ha distraído, he salido corriendo a esconderme en el baño. Ha mandado a otro entrenador a buscarme y, como castigo, me ha puesto a trabajar en la máquina de remar… evidentemente, me he hundido.
VIERNES: Odio a la hija de puta de Marlene, mucho más que a cualquier otro ser humano que haya odiado en la historia del mundo. ¡¡¡Estúpida, anoréxica, anémica y desgraciada sin cerebro!!! ¡¡¡Si hubiese una sola parte de mi cuerpo que pudiese mover sin un dolor desesperante, le rompería todos los huesos… la madre que la parió!!! Va y me dice que trabaje mis tríceps… ¡¡¡PERO SI YO NO TENGO TRÍCEPS!!! Además, si no quiere que me desplome en el suelo, ¡¡¡que no me pase las putas barras o cualquier otra cosa que pese más que un folio!!! Me he desmayado en la bicicleta y me he despertado en la camilla de la nutricionista, una flaca hija de perra que me ha dado una cátedra de alimentación sana. ¡¡¡Obvio!!! La muy cretina no tiene ni puñetera idea de lo que es morirse realmente de hambre. ¿Por qué no me ha tocado alguien más tranquilo, como un diseñador de moda o una estilista?
SÁBADO: La anormal de Marlene me ha dejado un mensaje en el contestador, con su vocecita repelente, preguntándome por qué no he ido hoy al gimnasio. Sólo con escucharla me han dado ganas de cargarme el móvil, pero no tenía la fuerza suficiente ni para levantarlo. Incluso para levantar el mando de la tele, así que me he pasado 11 horas seguidas viendo los documentales de La Dos… ¡¡¡ pajaritos asquerosos  saltando de rama en rama!!!
DOMINGO: Hoy he ido a la iglesia para agradecerle a Dios que esta semana por fin ha terminado. Me he arrodillado…y no he podido levantarme! He aprovechado para rezar y pedir que el año que viene mi mujer me regale algo un poco más divertido, como una endodoncia, un cateterismo, un trasplante de próstata o una colonoscopia, además me he enterado que Marlene realmente es Magdalena”
Bueno amigos, esta historia, que no es real del todo, la he querido utilizar para mostrad de una manera divertida algo que nos ocurre cuando nos vienen con determinados regalos que en un principio parecen maravillosos pero que pueden convertirse en tragedia. La gestión de nuestras expectativas, el no haber verbalizado los deseos, objetivo, promesas o compromisos; o el “dar por hecho” determinadas acciones hacen que a veces Nos ocurran casos como el del Gimnasio.
Mi amigo Antonio, en sus magistrales cursos de coaching, suele poner una slide que titula “Le voy a dar una mala noticia: ha sido ascendido”, posiblemente alguno de vosotros al leerlo haya sonreído de manera nerviosa ya que ha vivido esa situación. Podría también hacer referencia la gran libro “El Principio de Peter”, donde nos explican magistralmente como el ser humano puede llegar a alcanzar su nivel de incompetencia.
Lo importante, es darse tiempo, saber establecer los compromisos de cada uno en base a verbalizaciones, no suposiciones, y a saber hacia dónde queremos dirigirnos. El saber decir que “no” también es importante; y dejar de lado esa educación tradicional que heredamos donde el ascenso hacia arriba era el único camino en la vida.
El verdadero ascenso es nuestro crecimiento como personas, valorando lo que hacemos por nosotros mismos y por la sociedad que nos rodea, no por el dinero que ganamos o el despacho que ocupamos. Repito una vez más que en esta nueva era que vivimos, los valores son, o deberían ser los verdaderos KPIs de nuestros negocios. Medir la pasión empleada en nuestro trabajo, enumerar los miedos que hemos eliminado de nuestro camino, saber el número de veces que hemos ayudado a un compañero de otro departamento, la cantidad de ocasiones en que hemos hablado con nuestro cliente sobre su negocio o el número de intentos que hemos tenido tratando de hacer una innovación en nuestra empresa.
Démonos un rato para tratar de rellenar alguno de estos indicadores, si pensáis un poco y realizáis la trazabilidad veréis que no muy lejos de esos indicadores debe haber Calidad y rentabilidad. Hacer el ejercicio y no esperéis regalos peligrosos.
Regla nº108 “Nadie da duros a peseta.”
 

10 comentarios en “Regalos peligrosos”

  1. Siempre sorprendiendo Domingo, leerte me genera siempre emociones y hoy has conseguido provocar una de las que más me gustan, ALEGRÍA, me he pasado tres minutos riéndome a carcajadas y que buena manera de empezar el día.
    Gracias Domingo!

  2. Siempre sorprendiendo Domingo, leerte me genera siempre emociones y hoy has conseguido provocar una de las que más me gustan, ALEGRÍA, me he pasado tres minutos riéndome a carcajadas y que buena manera de empezar el día.
    Gracias Domingo!

  3. Siempre sorprendiendo Domingo, leerte me genera siempre emociones y hoy has conseguido provocar una de las que más me gustan, ALEGRÍA, me he pasado tres minutos riéndome a carcajadas y que buena manera de empezar el día.
    Gracias Domingo!

  4. Siempre sorprendiendo Domingo, leerte me genera siempre emociones y hoy has conseguido provocar una de las que más me gustan, ALEGRÍA, me he pasado tres minutos riéndome a carcajadas y que buena manera de empezar el día.
    Gracias Domingo!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *