Tengo absolutamente claro que no le voy a dedicar ni un minuto más a debatir sobre la viabilidad, la eficacia o la validez de las redes sociales. Creo que está absolutamente demostrado que lejos de ser una moda pasajera, o incluso una herramienta de adolescentes, se trata de una nueva forma de comunicarnos que, eso si, debe evolucionar en los próximos años.
Esto lo comento en el ámbito estrictamente profesional; hoy no tener tu curriculum en Linkedin, no leer determinados blogs, no conocer los canales de YouTube o usar Twitter o Facebook me parecen errores que nos pueden impedir mvernos con soltura en esta nueva era.
Evidentemente aceptar esta nueva forma de comunicarnos, aprender a usarlos correctamente nos lleva tiempo, pero eso no debe ser impedimento para su uso. Además no se trata de hacer un curso para usarlo bien al día siguiente, una de las fantásticas cosas que tiene estos nuevos medios es que todos, aprendemos día a día como usarlas, formamos parte de ese manual de instrucciones.
Obviamente a unos nos cuesta más que a otros, eso es normal, pero me sigue sorprendiendo el rechazo que algunos profesionales emiten sobre esto; y sobre todo en profesionales de TI que dudan si deben de tener o no su curriculum en Linkedin, o no ven claro el uso de Twitter para seguir un evento por ejemplo. Personas que siguen confundiendo el empleo de las redes para su vida personal con la de su vida profesional.
Hay otros que también me dan miedo; están apuntados a todo pero como “mirones”; es decir no aportan. Nunca ves que escriben opiniones personales, no comparten artículos o eventos que pueden ser de utilidad y hasta son un poco maleducados, ya que ni siquiera te ponen un “me gusta”.
Aunque los que me han llevado a escribir esta reflexión son esos que las usan en base a sus propios criterios.
Pongo un caso que he vivido repetido con unas diez personas diferentes. Entran a trabajar en una gran multinacional, oyen hablar de Linkedin, se dan de alta y empiezan a aceptar como contactos a sus compañeros de trabajo; de vez en cuando admiten a algún cliente, y continuamente están mirando tu curriculum.
Al cabo de un tiempo, desgraciadamente, son despedidos y ahí empiezan las lamentaciones; algunos dicen que no les sirve para encontrar trabajo, otros reaccionan al revés, su prepotencia les lleva a proclamar a los siete vientos que no tendrán ningún problema porque “tienen más de 500 contactos”, y una mayoría te pregunta como actualizar su curriculum.
Las redes son como las plantas, hay que alimentarlas y cuidarlas día a día, será mejor contactar con gente para establecer networking que con tu compañero de mesa, que también debe ser conectado. Será bueno añadir los proyectos que has hecho, y a ser posible con recomendaciones hechas en el momento, no cuatro después; será bueno trabajar en los grupos, y fijaros que digo trabajar no apuntarse.
Como dice mi amigo Ernesto, lo mejor es tener contactos que sepas que si necesitas ayuda al llamarles te van a coger el teléfono, y lo van a hacer; sino tu lista de Linkedin será un tarjetero digital.
Y para terminar, deciros que creo que la clave está en el networking.
Me acuerdo cuando trabaja hace unos años en una gran empresa que cuando había eventos, en los que yo solía hablar, venían muchos comerciales, aparentemente para hacer contactos, pero que en realidad al llegar el lunch se juntaban entre ellos y se ponían a comer o se ponían junto a su cliente para ver quien se acercaba a el; el caso es que salían sin ninguna tarjeta ni contacto, y encima emitiendo opiniones del evento en base a como se comía.
Busquemos mas colaboradores y menos contactos; persigamos clientes en vez de followers y obtengamos proyectos en vez de “me gustas”; ese es el objetivo final esta claro; pero el camino empieza por los contactos, los followers y los me gusta.
Esto ya no tiene vuelta atrás.