Personas SPAM

Si mañana al llegar a vuestro puesto de trabajo os llamara el responsable de seguridad y os enseñara un video donde se viera a un compañero vuestro, quizás un amigo incluso, mirando en vuestro armario, cajones o sitio de trabajo, las cosas que tenéis, y en la misma cinta se grabará como os roba algún objeto querido por vosotros, ¿cómo reaccionaríais?.
Lo primero de todo es el momento de asombro, luego vendría la decepción y posiblemente después la rabia. Algunos le perdonaríais, aunque posiblemente la mayoría le dejaríamos de hablar o al menos le veríamos con otros ojos.
¿Esta reacción es normal y natural? ¿Es correcta?; para la mayoría si lo es, incluso alguno usaría el adjetivo justo, es decir rechazar a una persona de nuestra confianza que nos roba se puede considerar justo.
Y del posible castigo ¿Qué me diríais?, que pague lo robado, que lo despidan, ¿que lo quiten de mi lado?, esto es más difícil y aquí habría más discusión; posiblemente muchos le perdonaríamos pensando que no iba a volver a ocurrir, incluso le justificaríamos, aunque desde luego como están las cosas bastante gente pediría perderle de vista cuando menos.
Bien hasta aquí todo normal, ahora voy a poner otro ejemplo. Llegamos a nuestro puesto de trabajo y un consultor externo o alguien de recursos humanos nos enseña una presentación donde se mezclan videos, con informes que nos muestran a nosotros mismos con compañeros que diariamente nos roban tiempo con estupideces, nos enseñan esos videos donde pasamos media hora o incluso más escuchando como la misma persona de siempre nos cuenta sus penas y nos repite sus quejas.
Nos muestran un informe donde indican que el 70% de nuestros emails son basura, o bien que nos ponen en copia de algo que no tenemos nada que ver pero que nos quieren involucrar, o bien mails de historias que no viene con nosotros, o bien mails para que le ayudemos a terminar algo que no sabe o no quiere terminar y  nos lo va a pasar a nosotros.
¿Cómo actuamos?, como nos comportamos con esa gente que nos roba a diario nuestro tiempo, que ocurre con esos compañeros que nos envían sus correos disfrazados de negocio cuando son verdaderos SPAM. ¿Qué hacemos con esa basura?…..Nada.
Es más ante el robo físico hay leyes y recursos pero ante el robo intangible estamos desamparados. ¡qué horror!. ¿De cuánto tiempo disponemos cada día? ¿24 horas? Mentira o es que no dormimos, comemos, desplazamos, vestimos, desnudamos, andamos, conducimos coche, moto o bici, montamos en metro…. Nuestro tiempo no es ilimitado ya demás gracias a nuestros trabajos; muy difícil de gestionar.
A esos ladrones les tenemos que señalar con el dedo y decir ¡Basta!; no podemos seguir permitiendo esto a nosotros mismos ni a los demás, porque esa gente termina siendo tóxica son verdaderos vampiros que en vez de quitarnos la sangre nos quitan la vida.
Aportan negatividad, tristeza y dan asco, su trabajo huele mal, apesta a miseria que quieren impregnar en la sociedad.
Amigos míos, denunciar a estos asquerosos ladrones y empezar a apartarlos de vuestro lado porque así no avanzamos. Ya sé que muchos estáis pensando ¿y si ese chorizo es mi jefe, como lo hago?.
Aquí es donde los departamentos de Recursos humanos debería trabajar, en todas las organizaciones sabemos quiénes son la mayoría de estos ladrones, sin embargo amparados en la educación, en ser políticamente correctos, les perdonamos impunemente, aún a riesgo de que puedan afectar a personas honestas con talento.
Valentía; ser valientes es quizás la primera características que debemos poner encima de la mesa en esta nueva época. Porque si somos incapaces de acabar con ladrones cobardes sin personalidad, que ocurrirá cuando tengamos que enfrentarnos con alguien tóxico y malvado de verdad.
Recuerdo que al final de la Bella durmiente, el príncipe debía de acabar con miles de cuervos antes de llegar a Maléfica. Pues bien cojamos la espada, un escudo y nuestro caballo imaginaria y empecemos a limpiar la sociedad de cuervos. Es la única manera de llegar a besar nuestra princesa dormida.
Ser felices y comer perdices merece la pena. La regla de hoy la dijo, nada más y nada menos, que Napoleón Bonaparte hace tiempo, y fijaros sigue vigente.
 
Regla nº90: “Hay ladrones a los que no se castiga, pero que nos roban lo más preciado: el tiempo.

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