Ir a trabajar en Chándal

La verdad es que nunca me he atrevido a tratar el tema de la manera de vestir en el trabajo en este Blog, pero todos hemos de reconocer que es bastante importante. Hay mucha “educación tradicional” en ese tema. Veámoslo.
Inicialmente los hombres salimos perdiendo casi siempre, ¿por qué?, muy fácil, sea el mes de año que sea tenemos que llevar calcetines, y eso me parece una desventaja con nuestras compañeras increíble, a mi se me hace horrible sobre todo en verano. Aunque he de reconocer que he querido comenzar con un poco de humor.
Quiero desmontar algunos mitos o mejor dicho aclararlos:
Mito #01. Algunos amigos cuando les han dicho que hay que ir a vestir limpios han entendido por ir “limpios” a ir con un traje, camisa y corbata. Bueno pues “ir limpios” se refiere a lavarse, enjabonarse y asearse todo el cuerpo; le puedes añadir colonia que no esta mal, peinarte también entra en el saco y muy importante la limpieza bucal. Cuanta gente conocemos con unos traje deslumbrantes al igual que su aliento que echa para atrás nada más acercarte.
Mito #2. Seriedad, elegancia e inteligencia no tiene porque ser compatibles. Es decir, no seré serio o inteligente por el hecho de ponerme corbata o de llevar unos gemelos preciosos. Se puede ser elegante sin necesidad del traje y la corbata y eso nos lo demuestras diariamente cientos de mujeres que sin necesidad de ir con traje de chaqueta son elegantes.
Con la inteligencia ocurre lo mismo, la corbata no te hace inteligente, de hecho las personas más inteligentes del mundo no suelen usarla, los tiempos cambian, y la corbata va quedando casi, casi para los vendedores del corte inglés nada más.
Mito#3. Los colores. Al igual que hemos venido hablando mucho sobre la necesidad de formación en actitudes y comportamientos lo cierto es que el tema de la combinación de colores debería ser un tema más a tratar; a veces resulta de vergüenza ajena como algún tipo serio combina un verde con rojo y azul para rematarlo con una camisa de rayas. Deberíamos mirarnos con más atención ene el espejo antes de salir de casa.
Mito #4. Los zapatos forman parte del vestuario. Esto resulta más fácil de solucionar no se trata tanto de modelos o colores sino simplemente de llevarlos limpios o sucios. Un profesional con zapatos sucios deja bastante que desear. No quiero tocar aquí el tema de las chanclas, y es que amigo que una mujer vaya a trabajar con ellas puede resultar indiferente estéticamente, pero un hombre nunca debería hacerlo.
Mito #5 Casual Day.
Realmente el tema de hoy era este, ese maravilloso viernes en que se ha empezado pensando en que no se visita a los clientes y que va camino de ser un día que no se trabaja, y sino al tiempo; y entonces las empresas dejan venir sin corbata a trabajar. A partir de aquí se desencadena una corriente que creo vamos a tener que frenar muy pronto.
Una cosa es ir con un pantalón normal y una camisa o polo, y otra es ir a trabajar con la camiseta de la selección de Perú (la misma camiseta que lleva el rayo vallecano) con unos vaqueros rotos y un jersey de “pelotillas” por encima. Todo esto sin entrar en esa moda que mi personalmente me parece repulsiva de enseñar la ropa interior.en resumen: una cosa es ir de casual y otra es ir hecho un guarro/a a trabajar.
Sin embargo amigos, quiero compartir una vez contado todo esto, lo que me ha pasado esta semana, en concreto el martes pasado y que me ha llevado a escribir este Post y sobre todo a titularlo de la manera que lo he hecho.
Este martes me tocaba a primera hora ir a hacer la función de facilitador en una reunión de trabajo lean en uno de esos grandes bancos que nos representan en el Ibex 35 y que son el buque insignia de nuestra economía por el mundo. Como el taller empezaba sobre las nueve, mi cliente me pidió que estuviera por sus oficinas sobre las ocho lo cual me llevo a estar una hora antes debido a la imposibilidad de obtener una plaza de garaje en esos parkings del futuro que vienen construyendo.
El caso es que a los ocho y diez aproximadamente después de inscribirme en seguridad y pasar los tornos de acceso al edificio subo a la cuarta planta, no había llegado nadie, práctica muy común por lo que decido irme a tomar un café al office donde al entrar me encuentro con un directivo y dos operadores de una conocida empresa de servicios en chándal.
Pero además chándal no de estos modernos sino más parecido a esos que usan los vendedores de pañuelos en los semáforos; encima uno de ellos debajo llevaba la camiseta del RCD Español, lo cual no dejo de sorprenderme aún más. Ellos no se cortaron mucho al verme y mi pregunta fue directa ¿qué venís de correr o de jugar un pádel?, ya que en este banco hay tanta afición por el pádel que en vez de hacer más plazas de parking han construido dos pistas de pádel dentro del mismo edificio.
Claro esta la respuesta fue terrorífica, por su parte:”-No domingo, que va ojala viniéramos de correr; estamos con las incidencias de la aplicación “XX” y no nos da tiempo ni ir a dormir a casa, así que al menos estamos más cómodos-“.
Si señor, tres tíos, que a lo mejor serían más, deciden ir a trabajar en chándal porque ya dan por hecho que se van a tener que quedar a dormir, y no un día sino que llevan así casi un mes. ¿Qué tipo de incidencias tienen? ¿qué equipos hay? ¿quién es su jefe? ¿cada cuanto tiempo se duchan estas personas?, ¿esto es Lean?, ¿esto es una empresa del Ibex35?.
Creo que el Quijote de Cervantes, hoy en día sería informático, trabajaría con un contrato por obra en una prestigiosa multinacional y sinceramente sería bastante más aburrido y triste que el que escribió Don Miguel.
Regla nº126 “Lo único que no puedes cambiar en esta vida es la primera imagen que das.”

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