Aunque este sea un blog dedicado a TI, creo que esta referencia puede ayudarles a razonar sobre el planteamiento a seguir a la hora de escribir un artículo.
Post, artículo o ensayo viene a ser la misma cosa. Para los que todavía no se han decidido a publicar un artículo en un blog, les presento esta serie de consideraciones sobre cómo abordar lo que antaño se conocía como “ensayo”. Yo adoptaré el término ensayo -por precisión lingüística-, y por “deformación” profesional.
Post, artículo o ensayo es un texto escrito, generalmente breve, que expone, analiza o comenta una interpretación personal sobre un tema determinado de carácter diverso; histórico, filosófico, científico, literario, etc. En él predomina lo personal y subjetivo: el punto de vista del autor. Lo más usual es que atienda a un discurso crítico o analítico, aunque no necesariamente. En la actualidad está definido como género literario debido al lenguaje elaborado que emplean los autores pero, en realidad, el ensayo puede tener tal diversidad como intereses tienen los que lo practican.
Dentro de sus características más comunes: suele ser sobre un tema libre (elogio, crítica, reflexión) y de estilo sencillo, natural. Completamente subjetivo; donde se mezclan elementos diversos como citas, anécdotas, experiencias personales, sin un orden severo preestablecido. Suele ir dirigido a un público amplio, y por tanto requiere brevedad. No siempre incluye conclusiones y no tiene porqué aportar soluciones; suele mantener un carácter visiblemente divulgativo.
Existen varias teorías para la clasificación del ensayo, pero la tipología más aproximada, -en orden a su contenido-, es la siguiente:
Digresivo o de exposición de ideas. Su objetivo es el de exponer ideas variadas sobre un tema determinado; hacer una divulgación interesante sobre él. Su estructura es enunciativa, pero muy autónoma, puesto que no posee partes fijas. Suele tener un tema principal, sobre el que se diserta. Se realiza una asociación libre de ideas relacionadas con él; se hace un plan esquemático y luego se redacta en un estilo muy personal.
Ensayo crítico. De tipo analítico sobre cualquier idea, obra o actividad humana. Existe gran variedad temática (medicina, historia, ciencias exactas, literatura, etc.).
Ensayo científico. Con base científica y estilo literario; una mezcla de ciencia y literatura. Actualmente muy utilizado como complemento a guiones para documentales temáticos. Una opción muy interesante con gran perspectiva de futuro.
Ensayo poético. Es prosa poética; en él lo poético predomina sobre lo conceptual. Se caracteriza porque expresa la sensibilidad del autor con lenguaje poético.
Ensayo argumentativo. Su objetivo es defender una tesis y lograr la implicación del lector, al estilo de la peroración retórica. Es riguroso en la exposición y en la estructura. Emplea un léxico preciso y alusiones directas. También suelen recoger citas textuales para reforzar sus tesis.
Un ensayo no es comentario sino una reflexión. Es discurso pleno y vertebrado. El ensayo no debe ser tan extenso como un tratado. Digamos, que el ensayo es un ejercicio de pensamiento a imagen del propio autor.
Personalmente, creo que el ensayo ha dejado de ser un género conceptualmente periodístico, para convertirse en un género literario en sentido más amplio. Independientemente de sus orígenes, esta tipología se presta a trabajar con el lenguaje de múltiples formas y con capacidad adaptativa a los intereses de cualquier autor. Es brillante porque permite ser creativo a la par de indolente con los contenidos y las formas. Por eso me gusta. Obedece a cierta “anarquía” jerarquizada en argumentos secuenciales, pero donde podemos establecer nuestro propio orden de entrada, siempre que tengamos argumentos de salida. Aunque sea por “peteneras” (coplas).
Espero que les sirva, por si quieren abordar la experiencia de publicar en un blog.