Continuamente quedo con amigos que tan sólo necesitan un par de minutos para decirme que “están hasta el gorro”. ¿De qué?, pues no lo sé muy bien, la mayoría habla del trabajo y su entorno, ya sabéis el jefe, los proyectos, el sueldo, el futuro, etc… Otros lo están de la vida en general, estos entremezclan la casa donde viven con la persona con quien conviven con el trabajo que desarrollan.
Algunos contra personas en concreto, estos son los menores, y sus enemigos pues un poco de todo, desde la madre o el padre histérico, pasando por algún amigo tóxico y terminado por el jefe, compañero o comercial de su empresa.
Unos cuantos, cada vez más, son más espirituales, están hartos de la situación en general, de la vida, del presente o del futuro, muy pocos de su pasado; y sobre todo hay una oleada nueva que están hartos de la incertidumbre, es decir: de que no aparezca nadie de una vez y soluciones sus problemas.
Este tipo de gente puede tener o no tener trabajo, puede tener dinero o no, puedes estar casado, soltero o tener novio o novia o incluso no tenerlo, los hay con hijos y sin ellos, homosexuales y heterosexuales, en definitiva cualquiera puede estar hasta el gorro.
Y lo mejor de todo esto es si tú mismo, como es mi caso, no estás hasta el gorro, parece que entonces vas de listo y es que hoy no estar amargado, triste o al menos preocupado está mal visto, ya no te digo si encima no tiene nómina. Ya que yo no distingo a las personas que tiene trabajo o no, sino a los que trabajen o no, cobran una nómina a final de mes, y a los que aunque trabajen no cobran a final de mes.
Y amigos, ese sí que es un buen motivo para estar hasta el gorro, sin embargo parece ser que cuanto más complicada tienes la vida y más difícil se te hace, más fuerte y menos tiempo para quejarte tienes.
Yo no sigo ninguna filosofía específica, sin embargo tengo un pequeño decálogo que procuro seguir desde hace tiempo y que me hace “estar vivo” cada día, me hace soñar y me hace estar atento a todo lo que ocurre a mi alrededor. Curiosamente un día leyendo a mi gran amigo Miguel Udaondo, descubrí en un excelente artículo escrito por el que hablaba de “10 claves para potenciar el talento creativo individual” y ante mi sorpresa vi que coincidía de una manera espectacular con mi personal decálogo, de manera que lo comparto con vosotros por si alguno de vosotros quiere eso precisamente, “dejar de estar hasta el gorro”
1.- Buscar; hay que ser curioso y preguntarse constantemente ¿Por qué? Los científicos dicen que cinco veces, yo creo que hay que hacerlo las veces que cada uno necesite, y si se tiene valor cambiarlo por un solo ¿Por qué no?.
2.- Observar; fijarnos en nuestro entorno, observar y absorber ideas, ser curioso y tener ansia por saber cosas nuevas. Si no lo haces estas más dentro de “Walking Dead” que fuera.
3.- Experimentar; lo peor que te puede pasar es que un día te preguntes ¿Qué hubiera ocurrido si hubiese hecho?, puedes hacer experimentos con gaseosa, pero hazlos, arriésgate.
4.- Atreverse; asumir riesgos, levantarte del asiento y saltar al campo de juego, solamente desde allí se pueden meter los goles, desde la butaca se envejece.
5.- Superarse; hay que acabar con las barreras mentales, la edad, el sexo, las horas, los hijos. Todo esto muchas veces lo usamos como excusas. Debemos abrirnos a nuevas soluciones, aunque sean diferentes, quizás ahí esté la solución.
6.- Relajarse; cuando tienes pasión por lo que haces desaparecen las horas de tu reloj, y tu productividad se exponencia, en una hora puedes hacer lo que muchos en dos días, pues disfruta esos dos días, prueba un día de entre semana a ir a un museo, y luego por la tarde termina tu trabajo, verás cómo se puede hacer.
7.- Aprender; nunca hay que bajar la guardia, aunque viviéramos doscientos años no nos daría tiempo de aprender todo lo que podemos, estamos rodeado de conocimiento y estamos rodeados de errores, de ellos también se aprende.
8.- Escribir; primero para ti, cuando leemos lo que pensamos nos damos cuenta de lo que decimos; tomar notas de nuestras ideas puede ayudarnos, pero sobre todo si lo compartimos, si no nos avergonzamos de nuestras ideas y las defendemos. Quizás podamos ayudar a muchos.
9.- Perseverar; La vida está montada para los comodones, continuamente tenemos oportunidades para no crecer, el cambio cuesta esfuerzo, hay que trabajarlo y recibir una nómina a cambio de hacer algo que no me gusta ni me ayuda a crecer es muy tentador.
10.- Divertirse; El humos estimula la generación de endorfina, un neurotransmisor que produce bienestar. Y si puedes, ríete, la risa relativiza las preocupaciones. Busca el lado bueno de las cosas, que lo tiene.
Regla nº122 “Cuando des consejos ahórrate las reglas”
Desde luego es un buen decálogo y muy inspirador, yo estoy hasta el gorro y vivo haciendo prácticamente lo contrario a lo que propone este decálogo, así me va y gracias a Dios que me mantengo en sintonía con el punto nº10 y practico mucho el sentido del humor.
Por cierto no conocía esta página web y me la apunto,que parece tener mucho jugo.
Un fuerte abrazo a todos.
Josín Sevilla.