Cursos de Formación… o más bien… Cursos de Información

Francesc Baldirá nos habla hoy sobre algo tan importante como es la formación.
Hola amigos, con el título ya os adelanto un poco de que va el post de hoy. Me gustaría llamar vuestra atención sobre un fenómeno que, por lo menos yo , he sufrido más de una vez.
A los que nos gusta formarnos, el apuntarnos a un Curso de Formación nos produce una sensación de cierta emoción y nos genera unas agradables expectativas.
Pero, ¿se cumplen siempre nuestras expectativas? Puede que alguna vez nos hayamos decepcionado ¿verdad? Una de las decepciones es aquélla que nos frustra porque, acabado el curso, nos encontramos con un montón de papeles llenos de información, unas explicaciones recibidas expuestas con mayor o menor acierto y con suerte algún ejercicio dirigido con voluntariedad pero sin profundidad.
A esto le llamo yo el timo del “Curso de Información”.
Estos cursos son, en realidad un engaño pues no se produce transferencia de conocimiento,  sólo de información. No existe la deseada formación del alumno. Habremos pagado unos buenos dineros por algo que no hemos recibido (la verdadera Formación tiene que ser a un precio elevado ya que lo que se paga es la trasferencia de sabiduría, no sólo las horas de dedicación).
Con suerte, mucha voluntad y horas, el decepcionado alumno acabará adquiriendo las habilidades que se le pretendía enseñar a base de su propia experiencia y exprimirse el cerebro en cómo convertir la información suministrada en conocimiento y de qué manera llevarla a la práctica.
Para hacer “Cursos de Información” casi cualquiera nos vale. Es más, lo mejor para los que los organizan sería repartir la información al principio del curso y que cada alumno se vaya a su casa y se la lea. Se ahorrarían el profesor, mejor dicho… el lector.
Desde hace tiempo, antes de empezar un curso, procuro conocer a quien lo va a impartir, qué sabe del tema, si es bueno transmitiendo y, sobre todo, si tiene ¡vocación de formador!, en otras palabras si realmente le gusta y disfruta transmitiendo conocimiento. En pocas palabras, procuro ser exigente.
Hago una llamada para que todos contribuyamos a dignificar la figura del formador, del profesor, exigiéndoles una categoría, vocación, habilidades y conocimientos de la que algunos carecen total o parcialmente. Exijamos, exijamos, exijamos,…
No debemos ser laxos en este importante asunto. Si todos nos lo proponemos podremos erradicar definitivamente los nefastos “Cursos de Información”, dejándolos en lo que nunca debieron dejar de ser: Sesiones Informativas.
Mi deseo para mañana, día de Reyes, es que el 2014 nos traiga mejores formadores y profesores y que los potenciales alumnos seamos muy exigentes con la calidad de aquéllos. Nos jugamos conseguir un futuro un poco mejor o continuar aceptando que nos den gato por liebre.
Feliz día de Reyes a todos!
 
Mensaje: La formación es transferencia de conocimiento, no de información.
 

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