Ahora, correr es de valientes

Aunque a primera vista no parezco un deportista, lo soy. Aunque nunca he llegado a ser profesional si he mantenido en diferentes disciplinas mi respeto por el deporte en general; este junto con los viajes, el cine y lo libros creo que forman mi conjunto perfecto de hobbies.
De pequeño practicaba ajedrez, con el que llegué a ganar algún campeonato en el colegio, pero al que nunca he considerado un deporte como tal, ya que para mí el esfuerzo físico debe ir junto con le mental.
El aikido durante casi doce años me ha dado muchas satisfacciones, además de ayudarme a fomentar mi personalidad y a pulir debilidades como la autoconfianza y el respeto por uno mismo. El pádel también casi durante quince años me da alegría y trabajo en equipo; saber jugar con compañeros mejores o peores que tú te ayuda a saber equilibrar las fuerzas y a animar o superarte en cada partido.
Y el fútbol, mi querido fútbol al que sigo jugando cada semana, este me lo da todo, esfuerzo, entrenamiento, alegrías, tristezas y sobre todo camaradería. Tengo la suerte de jugar en equipos con compañeros excepcionales con los que iría al fin del mundo, y que además, al ser más jóvenes que yo me dan entusiasmo, ese que necesito los días que no hay partido, ese con el que salgo adelante cada vez que tengo un tropiezo.
Porque el deporte lo practicamos un sábado o un domingo o unas horas entre semana, pero su esencia, las lecciones aprendidas deben durar todo el tiempo, y las debemos aplicar con todo nuestro entorno, tanto familiar como profesional.
Hace unas semanas mi amigo Raúl Baltar, presentó su libro “El arte de ser humano (en la empresa) en Madrid  http://raulbaltarestevez.blogspot.com.es/2013/09/un-viernes-entre-amigos.html?spref=fb, y en la mesa de presentación se hallaba su amigo Chema Martinez corredor español profesional ganador de varios campeonatos no solo nacionales sino a nivel mundial y olímpico; y este en su genial presentación dijo una frase que me hizo reflexionar hasta tal punto que me ha llevado a escribir este post; “Ahora los cobardes son los que no corren”.
Y es que no puedo estar más de acuerdo; siempre me ha parecido de cretinos la expresión “corres es de cobardes”, sobre todo dicho como chiste cuando es una excusa palurda y cobarde. El deporte ante todo es acción, movimiento y eso precisamente es lo que ahora mismo demanda nuestra sociedad.
Los cambios y las oportunidades que se presentan a diario hay que cogerlas “al vuelo”, hay que agarrarlas según vienen, subirnos a ellas y desarrollarlas.
Estar estáticos esperando a que lleguen a nuestro sitio es “morir en vida”, y si por cualquier circunstancia no llegan pues hay que salir a buscarlas, a provocarlas incluso.
Ahora más que nunca el movimiento es sinónimo de vida, de trabajo; y si nosotros decidimos quedarnos quietos, asegurando nuestro puesto de trabajo, conservando y protegiendo lo que hemos conseguido durante años, estamos acabados.
Hay que ponerse la camiseta y quitarse la corbata, hay que coger la bici y salir del despacho, hay que reunirse con todo el equipo para ganar los partidos y hay que entrenar, la mente y el cuerpo.
Miren a su alrededor y fíjense en lo rodeados de “amorfos” que están, ¿da miedo no? Pues no se a que están esperando para ponerse las zapatillas ya mismo.
Regla nº103 “Just Do it.»