Copy paste con clase

“Benditos los que me imitan porque de ellos serán mis fallos”.

Muchas veces después de haber impartido alguna charla o curso siempre hay alguien que me pregunta si les voy a pasar el material usado en la misma, y siempre reciben la misma respuesta:
– “Si claro. Os lo envío luego”.
A mi personalmente no me gusta dar o enseñar el material antes del evento por dos motivos:
por un lado, el “efecto sorpresa” me gusta mantenerlo, y si doy el material antes se pierde. Además, no me gusta que la gente prejuzgue la charla en base al contenido de las slides o el texto, ya que mis charlas o cursos son un 5 o 10% material y un 90% interpretación que muchas veces improviso con cada curso, y que precisamente es lo que hace a uno diferente de otro, aunque el tema sobre el que hablar sea el mismo.
Y por otro lado, luego está “el después de la charla”, donde doy sin ningún miramiento todo el material usado, cosa que mucha gente no entiende porque piensan que pierdo el valor ya que así otros me pueden copiar.
Nunca he comprendido esto:
primero porque todos de alguna manera u otra “copiamos” ya sea ideas, frases, fotos o lo que sea.
Y segundo, por lo que he comentado antes, cada presentación es diferente y el “alma” del ponente la hace única y diferente de todas las demás.
Otra cosa diferente es la educación y el estilo que cada uno tenga cuando copia o toma alguna idea prestada:

  • Debería ser obligatoria reconocerlo e identificar el origen de lo que exponemos.
  • Debería ser también obligatorio mejorar lo que copiamos, nunca empeorarlo, y por último,
  • Deberia ser fantástico “avisar” y reconocer al autor original de su uso.

Estas semanas pasadas con el estreno de la última película de Star wars, han salido muchos artículos y entrevistas acerca de la saga y yo me permitido copiar exactamente la que Joaquín Reyes dentro de su apartado “Cartas Cinéfalas”recopila en la revista CINEMANIA  nº291 de Diciembre de 2019, donde Akira Kurosawa le escribe a George Lucas con motivo del estreno en 1977 de la primera película de la saga.
Creo que es un ejemplo de lo que quería contar en este Post. Os dejo que la disfrutéis
 
Querido George:
Me gustaría contarte una historia. Cuando iba a la escuela elemental del distrito de Omori en Tokio mi compañero de pupitre era Takashi Mizuki, un niño con el pelo rizado, mirada inquieta y una papada luminosa.
Un día nuestra tutora la señorita Chiyoko nos hizo llamar a su despacho. Cuando entramos la encontramos muy seria. Con gestos nos indicó que le mostráramos las palmas de nuestras manos y como un rayo nos propinó sendos varazos a cada uno.
Utilizó una vara de nogal; vimos las estrellas (Takashi se cagó encima, literalmente).
–Copiar está mal y dejarse copiar, peor– sentenció, mirándonos fijamente.
–Se equivoca, señorita Chiyoko –dijimos llorando al unísono.
Entonces sacó del cajón de su escritorio nuestros exámenes de Historia. A la pregunta de “¿Cómo era la religión de los sumerios?”, yo había respondido “No lo sé” y Takashi “Yo tampoco”.
Salí del despacho avergonzado y el tonto de Takashi, avergonzado y además cagado.
Hace apenas dos años, como recordarás, te invité a pasar unos días en mi casa de Sapporo en Hokkaido. ¡Qué contento estabas aquí! Mi mujer me comentó que no había visto a nadie comer como tú.
Todo lo relacionado con nuestra cultura despertaba tu interés, incluyendo mi humilde obra cinematográfica. ¿Cuántas veces me pediste que te proyectara “La fortaleza escondida”? Mi mujer me decía: “¡Ya está el cansino de George viéndola otra vez! ¡Se la debe saber ya de memoria!”. Fueron días muy felices.
Te despedimos con una sonrisa y te regalamos una vara de nogal.
Acabo de ver tu última película, esa que algunos llaman y otros La guerra de las galaxias, y me gustaría saber si aún conservas la vara. Si es así te rogaría que le pidieras a alguien que te golpeara con ella en la palma de las manos varias veces.
Un abrazo,
Akira Kurosawa
PD: Mi mujer dice que has hecho muy bien dejándote barba, que te disimula la papada.
George Lucas nunca ha ocultado su admiración por Kurosawa, ni tampoco que la Fortaleza escondida fue su inspiración para hacer Star Wars. Años más tarde cuando la carrera del maestro japonés estaba en declive, George Lucas junto a Francis Ford Coppola le produjeron Kaghemusa, la sombra del guerrero y unos años más tarde Ran, dando al genio japonés una nueva época dorada antes de morir.

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