De bien nacido es ser agradecido

“En los discursos de aceptación de los Óscars, se le ha dado a Steven Spielberg las gracias más que a Dios.”

Y es que el agradecimiento debería ser una de esas habilidades que tendrían que estar presente en los cuadros de indicadores de las empresas.

Antes de seguir leyendo, por favor pensar en ¿cuándo ha sido la última vez que habéis dado las gracias a alguien por algo que os haya enseñado?
¿Por qué las gracias solo están para cuando te hacen regalos?, en ese momento si somos agradecidos, aunque yo más bien diría: educados.
¿A lo mejor es que no tenemos a nadie a nuestro alrededor del que aprender?, o a lo mejor ¿confundimos la generosidad con la obligación?, y por eso no damos las gracias.
Quizás el agradecimiento es una cualidad o un valor del pasado, no lo tengo claro porque a mi nadie me lo enseño en el colegio, y sin embargo continuamente he estado agradeciendo en público y en privado a toda la gente que me ha ayudado a ser mejor.
Otra cosa que parece es que esto de los agradecimientos es para el deporte o el arte, para cuando nos dan un premio, y entonces salimos con una hoja y estamos durante diez minutos dando las gracias a un montón de personas.
Yo quiero hablar del agradecimiento diario, el de ese compañero que te comparte un informe, o una experiencia, hablo de esas acciones que convierten a un vulgar jefe en un apreciado líder.
Hablo de ese profesor que nos ha enseñado “algo más” de lo que venia en el programa del curso, o del master, ese cliente que nos indicó un par de cosas que hacemos mal para que las mejoremos y no las volvamos a repetir.

Analizar gracias a quien tenemos trabajo.

Quien nos dió esa primera oportunidad.

Quien creyó en nosotros para dar una charla.

Quien fue ese amigo que cuando montaste tu negocio te compró un servicio o te recomendó a un cliente.

Asimismo, que considero importarte ser agradecido, creo que no menos importante lo es el saber recibir ese agradecimiento, y permitir, por ejmplo que tus hijos,  tus compañeros, o tus alumnos puedan hacerlo.

A lo mejor hay que enseñarles a hacerlo.

Ahora vivimos una época única, conocida como transformación digital, donde los “centennials” tenemos que aprender mucho de los “millenialsy viceversa.  Donde eliminar ese “ego”, producto de culturas caducas, no nos permite aprender y agradecer esa enseñanza.
Si es casi oficial reconocer el miedo al cambio, creo que en este caso debemos hablar de la vergüenza a ser agradecido.

! Cuantos “anclajes” nos tenemos que quitar de encima ¡.

Yo por mi parte os recomiendo que al menos una vez a la semana seáis agradecidos con la gente de vuestro entorno y quizás para afinar más el tiro: con vuestro entorno profesional, aunque tampoco está de más agradecer a padres, hermanos o amigos alguna que otra cosa.
Hacer el ejercicio y conseguiréis dibujar una sonrisa en esa persona, que valorará mucho más esas palabras que incluso si le dierais dinero, ¡si como lo oís¡:

La gratitud es la mejor actitud

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *