Que ocupados estamos todos

¿Os habéis dado cuenta de que en la cultura de nuestra sociedad ser lento es sinónimo de torpe, ineficaz, “tonto” o incluso inútil?
Se impone la rapidez y la impaciencia, todo debe estar disponible “para ayer”, así que una espera de quince segundos delante del ascensor  o cuando el ordenador tarda treinta segundos en arrancar se nos hace insoportable.
De manera que a muchas personas les vendría muy bien que el día tuviera el doble de horas,  o incluso que se pudieran «vacunar» para no dormir, ya que puede parecer un tiempo desaprovechado. Es curioso porque yo tengo la sensación de que no sabemos a dónde vamos, pero paradójicamente avanzamos a pasos agigantados.
En nuestro «día a día», casi todo tiene que estar terminado para ayer, de manera que no podemos vivir el presente, porque el presente “ya es pasado”, y por lo tanto en consecuencia difícilmente podemos planificar un futuro, ya que nunca llegará.
Estos tres párrafos quizás han sido muy duros, pero explican porque la mayoría de las personas tienen caras tan serias todo el día.
Y es que como todo lo tenemos que hacer para “ayer” vivimos en el pasado. Y como el pasado es historia y el futuro es un misterio, no nos damos cuenta de que el presente es un regalo ( por eso precisamente se llama presente) que desperdiciamos.
Hace poco impartí un seminario en que propuse un ejercicio: se trataba de coger una hoja en blanco y dividirla en dos columnas, a la izquierda le llamamos positivo y a la derecha negativo. A continuación yo empezaba a decir palabras que debian colocar en un lado o en otro. La lista tenia palabras como ocioso, reposo, persona ocupada, retiro, divertirse, rapidez, lento….
Curiosamente me encontré con que en la columna de la izquierda, elementos positivos, se encontraban palabras como persona ocupada, rapidez, y con la connotación negativa las otras, ocioso, lento, DIVERTIRSE, perder el tiempo.
Luego les pedí que escribieran en una frase un deseo que les permitiera estar a gusto y ser felices, para luego pasar a un apasionante debate.
La mayoría de las personas destacaron como vocablos negativos: divertirse, lento, perder el tiempo, y sin embargo su deseo para ser felices precisamente se basaba en todas esas palabras. Nunca nadie me ha dicho que para ser feliz queria ser una persona ocupada.
Otra cosa que ocurrió es que al cabo de un tiempo de empezar el debate casi todo el mundo empezó a decir que lo que necesitaban era más tiempo.
Pero más tiempo ¿para qué?, ¿Para hacer más actividades?, ¿para trabajar más?, ¿que buscamos: 24 horas para trabajar y 24 horas para disfrutar de nosotros o de nuestra familia?, porque por mucho que lo queramos el día no puede tener más horas.
Por lo tanto aceptemos que no podemos escapar a la realidad temporal, lo que si puede depender de nosotros es cómo utilizarla.
Me encanta todos los días escuchar a mi alrededor a muchas personas justificar que no son usuarios de redes sociales porque no tienen ni un minuto para dedicárselo. Tampoco pueden hacer deporte, ni ir al cine porque «están hasta arriba», incluso tengo un compañero que cuando me dirijo a el, se anticipa y me dice: –“si vas a tardar más de un minuto en preguntarme, déjalo porque no tengo tiempo estoy muy ocupado”.
La verdad es que dar esa imagen de persona ocupada le hace más grande posiblemente, pero a él solamente, claro está. Quizás sería bueno que redefiniéramos el concepto de tiempo.
Una vez escuche una frase que me gustó mucho de un amigo chino, dijo algo como: “los occidentales hacéis los relojes pero los orientales poseemos el tiempo” y la verdad es que me he acordado muchas veces de mi amigo Xian Dong.
De manera que este pensamiento se lo dedico no sólo a mi amigo asiático, sino a las personas que por encima de las manecillas del reloj dotamos de Calidad al tiempo.
¿Hay muchos así?, Pues sí, mirad a vuestro alrededor y fijaros quien tiene una sonrisa en su rostro, posiblemente esa persona controla su tiempo o al menos lo intenta, pero desde luego no esta amargado por ello.

1 comentario en “Que ocupados estamos todos”

  1. Cuánta razón tienes.
    Personalmente veo que en las empresas, en muchos casos, el movimiento es un fin en sí mismo, y cuanto más ocupado y más cosas hagas (aquí lo de la velocidad), mejor eres percibido.
    Tengo 2 hijos alrededor de los 10 años, y veo igualmente que los padres, y lamentablemente a veces yo también peco de los mismo, les estamos inculcando eso de hacer todo rápidamente.
    Pues nada más. Gracias por la reflexión.
    Fran

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *