¿Que harías con Iker Casillas en tu empresa?

Alguna vez ya he hablado sobre el motivo por el que el Fútbol es el deporte más popular y seguido en el mundo. No es por la cantidad de estrellas o el dinero que mueve; sino porque es el deporte que más se asimila a la vida.
Haces las cosas bien y ganas pero las haces bien y pierdes; unas veces de manera injusta pero no siempre. En algunas ocasiones lo haces mal y nadie te ve pero otras veces te castigan por ello. Unas veces se gana desde el primer momento y otras se pierde en el último suspiro. Debes entrenar y prepararte a conciencia, pero la suerte puede ser tu mayor aliado o tu peor enemigo.
El futbol es el mayor reflejo de la vida que podemos encontrar; aunque no olvidemos que es un deporte de caballeros jugado por auténticos animales.
El motivo de traer esta reflexión aquí esta semana me ha llegado por la actuación que la semana pasada ha tenido El entrenador nacional; Vicente del Bosque poniendo de titular, y capitán, a Iker Casillas, toda una estrella puesta en duda en su propio equipo.
Ninguna persona podemos ser los mejores siempre, aparecen nuevos talentos y nosotros mismos perdemos ilusión, reflejos u otras características; pero nadie puede olvidar lo que hemos hecho durante nuestra carrera. Esto no significa que vivamos de las rentas, pero las empresas, los equipos, los clientes o las aficiones deben ser agradecidos con las personas que han destacado y ayudado de manera extraordinaria.
Quizás Casillas no está en su mejor momento ahora, a pesar de seguir siendo considerado el mejor portero del mundo, por lo que un directivo “de los de ahora” tiene todo el derecho de olvidarse de lo que hizo anteriormente por la empresa y relegarle al “banquillo” o incluso despedirle.
Y utilizo la expresión “de los de ahora” para describir a unos ejecutivos que han llegado por eliminación generalmente de gente competente a unos puestos que les quedan muy grandes y a los que solo pueden aportar la capacidad de “reducir gastos”; sin preocuparse lo más mínimo por cuidar o potenciar el talento, tanto demostrado como por demostrar.
Ahora si “algo” o “alguien” son más baratos lo consideramos mejores, si tienen una “racha” de un mes o dos buenos se les pone al frente de algo; pero amigos de manera transitoria no sostenible. Claro que a estos directivos no les importa el concepto sostenible ya que ellos viven el momento llenando sus bolsillos al momento ya que son conscientes de que su “reinado” no tiene futuro.
Vicente del Bosque cuando ha tenido que tomar la decisión para poner al portero de la selección, por supuesto que lo primero ha sido el estado de forma, y por eso trae a los tres mejores; pero creo que ha sido muy sabio al valorar que hace unos años las paradas de los penaltis italianos de Casillas en la Eurocopa fueron casi más importante que el gol de Torres, ni decir que a la final del mundial llegamos parando un penalti a Paraguay y haciendo verdaderas paradas de lujo ante Holanda en la final, al igual que hizo en la última Eurocopa, o ha hecho multitud de veces con su equipo cuando ganaron los últimos títulos hace ya unos años.
Pero al margen de lo deportivo, Casillas unió a los jugadores de la selección cuando esta peligró por la situación “circense” creada por el anterior entrenador de su equipo. Eso no se puede olvidar porque a lo mejor si eso no hubiera ocurrido ahora no había selección.
Otro comentario peligroso se hace a otro compañero de Iker, Pepe Reina; mucha gente le desprestigia y piensa que va a la selección porque “es buen compañero y hace equipo”; ¿y no les parece importante esa capacidad? Sólo por eso, aunque no juegue debería estar siempre ahí.
Claro en las empresas preferimos la gente seria y “responsable” que solo habla en base a los titulares de los periódicos, ya que generalmente suelen ser personas que ni leen ni escriben, ya que carecen de opinión y de capacidad para expresar sus ideas ordenadamente.
La sociedad suele ser muy injusta con las personas con talento, y la española más; somos una sociedad que aplaudimos cuando ganamos y criticamos cuando perdemos; claro que algunas veces.
No creo que sea justo eliminar a profesionales por los resultados del último mes, sobre todo cuando en su pasado han aportado mucho para la existencia de la compañía, o del equipo.
¿La solución a este problema? Pues Del Bosque nos la ha dado: ser un líder de verdad.
Con visión y responsabilidad; y con valor para enfrentarte a la sociedad. Estoy seguro que si preguntamos a algún directivo, en privado, sobre decisiones que tuvo que tomar sobre algunos trabajadores brillantes a los que tuvo que relegar o incluso despedir, nos dirían algo muy diferente a lo que hicieron.
Eso tiene un nombre: Cobarde, aunque si ahorra dinero pues nada, adelante; claro que este no se enfade cuando dentro de unos seis o siete meses aproximadamente hagan lo mismo con él, a lo mejor tiene suerte y quien le despide es un verdadero líder y no un mediocre como él.
Regla nº99 “Es muy común recordar que alguien nos debe agradecimiento, pero es más común no pensar en quienes le debemos nuestra propia gratitud”

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