II Conferencia de Gestión de Procesos

Muchos fueron los temas que se trataron el otro día en la conferencia de Domingo Gaitero en la Universidad Carlos III de Madrid. La mayor parte de ellos, entorno a un paradigma: la comunicación. Actitudes y comportamientos determinantes que afectan directamente los procesos de TI.

Teniendo en cuenta que, incluso en la empresa, todo proceso de comunicación se basa en una relación entre personas, quiero destacar el principal aspecto de cualquier proceso de comunicación: la capacidad de comprender y ser comprendido. El medio o canal, siempre es alternativo. Hay que tener muy claro a quien vamos a dirigirnos, y cómo hacerlo. Después ya elegiremos el canal más oportuno para hacer llegar nuestro mensaje.

Lo primero que siempre tenemos que tener muy claro es cómo vamos a codificar nuestro mensaje en base al receptor del mismo. La empresa, en sí misma, representa una organización jerárquica impuesta por una política común; unas veces mejor definida que otras, pero siempre activa.

El primer principio es común a cualquier tipo de interlocutor, y está basado en las normas obligadas de cortesía, dispuestas por las relaciones sociales que todos mantenemos. Es muy importante, en el mundo de la empresa, saber cuál es nuestro “rol” dentro de la organización, así como el “rol” que debemos desempeñar ante nuestros clientes.

Muchos autores recomiendan comportarnos conforme a nuestra forma de ser, y eso es conveniente, en la medida de lo posible. Lo cierto es que sería el estado ideal pero, todos sabemos que una cosa es lo que nos gustaría mostrar, y otra -muy distinta- aceptar el “rol” que nos viene impuesto por el “staff”. El desempeño de funciones y tareas corporativas no está a nuestro servicio, sino más bien, todo lo contrario. Probablemente, esos autores no han trabajado nunca en una gran empresa.

Por mi parte, les recomiendo que conozcan perfectamente sus funciones, y adapten el código que van a emplear. Como en casi todo en la vida, es mejor pecar por exceso de celo que por defecto. Es este orden, si conocen perfectamente sus funciones, y saben reconocer el estado del receptor, tendrán asegurado gran parte del éxito en el proceso de comunicación.

Por deformación profesional, no puedo por menos que recomendarles un correcto uso del lenguaje. Y eso empieza por enriquecer nuestro vocabulario, y aceptar la normativa impuesta por la Real Academia de la Lengua. No es trivial. El problema de la mayor parte de los profesionales del mundo de la comunicación, es que no saben expresarse correctamente. Sólo tienen que escuchar, durante poco tiempo, cualquier medio al uso, para darse perfecta cuenta de ello. No saber expresarse es, sin duda, el mayor “hándicap” para un profesional de cualquier sector.

 

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