Poner las cortinas

Esta semana pasada hablaba con una amiga mía que se muda de casa, y según ella lo tiene “todo” controlado: “ya tenemos todas las cajas, los muebles, la cocina, la cama….”; acompañado de esa frase que a la larga se convertirá en una lápida: “y ahora poco a poco ya iremos poniendo las cosas”.
Aquí me vino a la cabeza una pregunta, sin ninguna mala intención y cargada de mucha experiencia propia: ¿y las cortinas, tienes ya las cortinas? La respuesta fue clara, precisa y contundente por parte de mi amiga: “no, pero ya las he visto,y las pondré más adelante”.
Bien amiga mía esas cortinas, junto con las lámparas que no pongas en la primera semana y los cuadros que no cuelgues en el mismo tiempo significa entre un año o dos, o incluso con que nunca tengas cortinas, lámpara o cuadros colgados.
Al igual pasará con las cajas que no abras en ese periodo; habrás cargado con cosas que piensas son fundamentales, las has empaquetado y esa caja puede estar eternamente cerrada y guardada ,eso si, con cariño y esmero en el trastero o en un armario de manera indefinida.
Pero tranquila, no estoy diciendo que lo hagas mal, esto lo hemos hecho y lo hacemos, y lo seguiremos haciendo todos los seres humanos; porque el recuerdo del pasado con el “día a día” son los timones que rigen nuestras vidas.
Y por lo tanto, la empresa, que no es ni más ni menos que una extensión de nuestras vidas, hace acopio de las mismas actitudes; o es que cuando empezamos un proyecto no somos conscientes de que lo que no hagamos o planifiquemos al principio ya no lo haremos hasta el día anterior a terminar nuestro proyecto.
Un claro ejemplo de esta acción pueden ser la documentación o incluso el seguimiento de los proyectos. Sabemos lo importante que es documentar, sabemos que lo necesitamos pero lo vamos dejando para mañana, hacemos un poquito de vez en cuando y otra vez hasta mañana; de manera que cuando tenemos que entregar nos encontramos con un problema, y bien gordo.
Cuando las empresas crean modelos de trabajo, le dedican algo de tiempo a escribirlo e incluso a comunicarlo pero una vez comunicado e incluso certificado, la curva de interés decrece y ese acompañamiento o ese seguimiento desaparece y se da por hecho.
Evidentemente hoy en día podemos vivir sin cortinas en una casa; sobre todo si pensamos que el origen de las cortinas data del siglo XVIII, en donde esos trozos de tela nos daban intimidad y seguridad a nuestro hogar; es decir gracias a las cortinas no entraba el sol, ni las miradas de los curiosos. Hoy en día si vives el octavo piso de algún extrarradio enfrente del campo, la verdad es que mirar poca gente va a mirar por la ventana, aunque alguna luz molesta del sol podemos evitar, a pesar de tener persianas.
Y en las empresas, esos modelos de trabajo, esa formación cultural sirve de algo, o es otro “trozo de tela” que antiguamente tenía otros efectos y ahora si lo pensamos fríamente no nos aporta nada. ¿Nos vale con esa “persiana” denominada Excel que nos da la fría situación de nuestra empresa?.
La respuesta es sencilla, dura y contundente.
Si trabajamos en una “Empresa”, la cultura, el modelo y la comunicación son básicos ya que serán los pilares necesarios para obtener un negocio sostenible; al cual podremos y deberemos de seguir y controlar mediante las herramientas oportunas, que debido a la claridad de nuestros objetivos y potenciado por nuestros valores nos ayudarán.
Ahora bien si lo nuestro es un “negocio”, la calidad, la innovación, la cultura y los modelos no valen de nada ya que lo único que nos interesa es obtener beneficios como sea y de la manera más rápida posible, sin impórtanos la voz del cliente o incluso sus necesidades vitales de futuro; solo podremos dar solución al día a día y punto.
Por lo tanto, miremos donde estamos trabajando y no perdamos más el tiempo. Ahora bien si somos un negocio que queremos obtener beneficios rápidos y punto, y somos un poco coquetas y queremos poner “cortinas”, pues dará lo mismo cuando lo haga,  porque solamente son un objeto decorativo, tendremos que centranos en el frigorífico porque la comida si es esencial.
Por eso amiga mía, si desde el minuto uno no hay cortinas, estás tardarán y bastante en llegar. Para que te quedes tranquila yo en mi cocina ya va a hacer dos años que estamos sin ellas y te prometo que casi todas las semanas hablamos de ello.
Regla nº93: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, sobre todo si es importante.”.

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