Agricultores Urbanos

Yo nací en la Plaza de Cascorro en Madrid, y mis antepasados también; es decir, no sólo soy “gato, gato”, sino que -además- de ciudad. Por lo tanto todo lo que tenga que ver con el campo, las flores y las plantas no va mucho conmigo. Sin embargo, el Post de esta semana tiene que ver mucho con la agricultura, lo que puede resultar paradójico.

Esta semana he pasado por una situación laboral complicada. Mi superior no considera que he cumplido unos objetivos, y decide prescindir de mí. Desgraciadamente es una situación que, a día de hoy, se está volviendo demasiado frecuente. Posiblemente todos vosotros conocéis a alguna persona en la misma situación.

Ante esta realidad puedes tomar dos caminos: el primero consiste en culpar a todo el mundo que te rodea y sentirte atacado. El otro, en liberarte -si es posible- de tus prejuicios, tratar de no juzgar los acontecimientos, y no desesperar. En otras palabras: “darte una especie de ducha” donde todas las ideas preconcebidas, prejuicios y autolimitaciones, se caigan para dejarme ligero en mi nuevo viaje.

Siempre he pensado que todas las salidas son las entradas a otras partes, y en este viaje es donde hace presencia la agricultura de la que hablaba antes.

He tenido, bueno mejor dicho, tengo la suerte de contar con numerosos amigos y compañeros a los que he contado mi nueva situación, y con los que he podido hablar sobre lo que me apetecería hacer para escuchar su punto de vista, y lo cierto es que la realidad ha superado totalmente mis expectativas.

No sólo tengo nuevas oportunidades laborales, sino que las muestras de cariño recibidas por muchísima gente han sido increíbles. Ni tan siquiera en uno de mis blogs me hubiera imaginado este calor humano; estos abrazos, palabras de ánimo, ideas, sonrisas, y palabras de apoyo que he recibido. MI autoestima ha crecido en un porcentaje grandísimo, y la ilusión que tenía se ha multiplicado por infinito.

Esto me hace sentir muy afortunado y dichoso, ya que he visto superadas mis expectativas totalmente; hasta que mi amigo Jesús, el otro día, cuando le conté lo que me había ocurrido y lo que me estaba ocurriendo me dijo: “Domingo, no sé porque te extrañas, solamente estás recogiendo todo aquello que has sembrado”.

Esto me hizo reflexionar profundamente, ya que Jesús tiene razón. Aunque yo no me haya dado cuenta. El visitar a las personas sin el mail de por medio, jugar al pádel no sólo con tus amigos, escuchar a las personas con las que trabajas, incluyendo a las señoras de la limpieza y -sobre todo- centrándote en aquellas personas que laboralmente están por debajo de ti.

Comiendo algún día con ese compañero problemático, trabajando, dando ejemplo, y así podría seguir diciendo muchas cosas más que, curiosamente, se pueden resumir en dos palabras: Proceso Social.

Así es amigos. No se trata de publicidad, ni mucho menos. Creo que la calidad humana está muy por encima del talento, de la producción, e incluso de los números. Escuchar, escribir, contar, reír, hablar, animar, ayudar, contrariar, debatir, jugar… Se me ocurren cientos de verbos que hacen falta en las empresas de manera inmediata, porque el buen hacer, la buena gente y los buenos profesionales están, estáis ahí.

Cómo voy a seguir adelante, pues con recetas que hace tiempo leí de un articulo titulado “Usted puede ser todo lo bueno que quiera ser” de Paul Arden y que he visto comentado por Alex Rovira en su magnifico libro “el mapa del tesoro”, estas recetas son sencillas y aunque  iremos comentando dentro de futuros Post os las adelanto:

Intentar alcanzar lo inalcanzable
No buscar elogios sino críticas
Procurar trabajar con los mejores
No ocultar mis ideas
Aprovechar las oportunidades
Disfrutar de los errores
No tener miedo de las ideas absurdas

Después de todo lo dicho solamente me queda lo más importante que es daros las gracias a todos vosotros, por dejarme ser generoso con vosotros y por darme vuestro ánimo y afecto.

A partir de ahora empiezo a acuñar un nuevo concepto: @GenteExcelente,  esta denominación será para todas aquellas personas que crean, hagan crecer y difundan el Proceso Social en nuestras empresas y por supuesto en nuestra sociedad.

Regla nº23:”El mayor peligro no es fijarnos un objetivo demasiado alto y no llegar a alcanzarlo, sino poner el listón demasiado bajo y cumplirlo con facilidad”.

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