Posiblemente al leer el titulo de este post muchos ya habéis escogido o al menos pensado en las palabras que pensáis definen la transformación digital. Tal vez sean “Big data”, “cloud”, “mobile”, “crowfounding”……, y la verdad es que yo voy por otro lado bien diferente.
Yo no estoy tan preocupado ni le doy tanta importancia las tecnologías con las que nos toca y nos tocara bregar en la vida, ya llevamos mucho tiempo haciéndolo y seguiremos. Yo ando más preocupado por las palabras que nos acompañan a diario a las personas, ya que por mucho que pongamos el adjetivo “digital” al proceso transformador, ese cambio lo haremos personas.
La primera de las palabras es “buenos días” u “hola”. Aunque parezca mentira resulta importantísimo saludar a nuestros compañeros al llegar a cualquier sitio. Si esta palabra va además acompañada por una sonrisa, los beneficios a conseguir son inminentes y espectaculares.
Esta palabra lleva asociada la segunda: “adiós” o “hasta luego”. De igual forma que es importante saludar al comienzo de cualquier actividad resulta igual o más importante despedirse, decir adiós cuando terminamos la jornada de trabajo o una simple reunión.
La tercera palabra es complicada ya que implica algo de humildad: “por favor”. No somos capaces de darnos cuenta del tremendo impacto que se produce cuando pedimos las cosas por favor, cuando pedimos un informe o que nos ayuden a hacer alguna actividad.
Muchas veces he pensado que el utilizar esta palabra es lo que diferencia al ser humano de un simple animal.
La última palabra también va asociada a la anterior y posiblemente sea la más poderosa de las cuatro: “gracias”. De bien nacido es ser agradecido. Si esta palabra no la utilizamos una media de entre veinte y treinta veces al día es que algo va mal. Nada hay más satisfactorio que dar las gracias por alguna cosa que nos han dado o nos ha hecho y por supuesto no hay nada más gratificante que recibir el agradecimiento por algo realizado por nosotros mismos.
¿Es obvio lo que he contado verdad?, sin embargo daros cuenta de un dia normal nuestro, vamos tan deprisa y con tanta “responsabilidad” en la cabeza con los horarios a cumplir tan “forjados” en nuestras agendas que nos olvidamos de lo obvio.
La mayoría de nosotros, la mayoría de las veces somos muy mal educados. ¿De que nos va a servir el big data o tener la información controlada en la nube si somos incapaces de pedir por favor un informe?.
Nos preocupamos mucho de enseñar a nuestros hijos a usar estas palabras pero ¿no deberíamos de ser nosotros los que las aprendiéramos de verdad?.
He escogido como foto de este post la famosa frase que Roberto Benigni usaba en su gran película “La vida es Bella”: “Buenos días princesa”. Era la forma en que comenzaba su día junto a su amada, incluso cuando no estaba con ella.
Os aconsejo por experiencia usarla a diario, yo pude hacerlo durante mucho tiempo, y a pesar de todos los problemas que el día a día me ponía por delante me ayudo a enfrentarme a ellos con una sonrisa.
Merece la pena ser educado.