“El dinero te permite vivir mejor, pero no es lo que me inspira, yo vivo para jugar al fútbol, además juego por el equipo y no para mi mismo. (Lionel Messi)”.
Ya sé que mucha gente prefiere quedarse con las frases acerca de su posible retirada que pronunció Messi anoche cuando ganó su sexto Balón de Oro, pero si por algo se ha diferenciado este deportista en toda su carrera es por la defensa del grupo, tanto fuera del campo como dentro.
Hay gente que vive obsesionada con ganar un premio, y otros sin embargo los aceptan como consecuencia del trabajo realizado tanto por el mismo, como por el equipo al que pertenece.
La semana pasada el Instituto para la Excelencia Empresarial, premió a mi empresa, Proceso Social, con la Estrella al Liderazgo Empresarial. Es la segunda vez en 8 años que recibimos un premio, pero he de confesar que esta vez ha sido algo más especial.
Cuando te lanzas a llevar a cabo tu sueño, y convertirlo en servicio o producto, con el que además de ganarte la vida, puedes ayudar a mejorar a otras empresas, no sabes muy bien lo que va a pasar.
Ahi no vale de nada casi ningun Plan Estrategico o de cualquier tipo (aunque es necesario tenerlo), ahi solo vale lo que yo denomino “pico y pala“, es decir trabajar, acertar y seguir adelante, fallar y seguir ,aún más, adelante, día tras día, mes tras mes y año tras año.
Siendo flexible, teniendo paciencia (mucha), y adaptándote a cualquier posible cambio que se produzca a tu alrededor.
Yo no sé la cantidad de cambios, vueltas y planes que he hecho en estos últimos años. Sólo sé que mi sueño ha seguido adelante y que poco a poco se ha convertido en realidad.
Y eso ha sido gracias a tres elementos importantes:
El primero lo conforman los clientes y la calidad.
Sin clientes no hay empresa, ni sueño que salga adelante, y solamente si ese sueño funciona o gusta a tus clientes tienes posibilidad de éxito. Una vez que eso está claro llega la rentabilidad, la productividad, y toda la gestión económica necesaria que una empresa como tal necesita.
Este punto requiere mucha paciencia, suerte y tesón ya que mientras llega esa calidad la “travesia por el desierto” puede llegar a ser muy larga y deseperante o incluso definitiva.
El segundo lo conforman tu equipo de trabajo.
Estos no tienen porque ser empleados o socios, son colaboradores a los que te tienes que ganar compartiendo tu sueño y tu visión. Si asi lo haces, posiblemente se conviertan en tus socios, que es mucho más importante que lo hagan en empleados.
Este punto es el más duro desde mi punto de vista, porque en España por cada personas que quiere ser empresario o emprendedor hay 500 que quieren ser empleados y 2.600 funcionarios. Lo cual es perfecto y respetable, pero siempre y cuando no jueguen a ser empresarios, sobre todo con tu tiempo ni con tu dinero, porque tu si has apostado por serlo.
El tercero lo conforman tus socios, amigos y familiares.
Este grupo es fundamental porque el emprendedor es 70% alma y 30% cerebro, y por lo tanto requieres de cariño, de ánimo y de estimulo. Ya sea con comentarios que te gustan o no, ya sea con exitos o con fracasos, pero que no sean “gratis“.
Cuando el viernes me dieron el premio pensé en muchos de mis clientes, y me senti contento. Casi un 90% de ellos son pymes y micropymes, lo cual me llena de orgullo, ya que desde mi punto de vista implantar un sistema de calidad en una empresa de 4 empleados es muchisimo más complicado que hacerlo en una empresa del Ibex35, donde sabes que de sus 45.000 empleados tu sistema le va a interesar sólo al grupo al que le han encargado obtener el certificado.
Me hubiera gustado ese mismo dia haber tenido la oportunidad de romper el premio en muchos pedazos para que cada uno de los miembros de mi equipo tuvieran uno: Domingo, Maria, Rosa, Alejandro, Gabriel, Nacho, Jorge, Marga B., Juan Antonio, Ana, David, el otro Alejandro, Miguel Angel, Ismael son un grupo de personas aqui en España que han ayudado a obtener ese premio en la misma medida, aunque yo siempre hago una mención especial a Maria Palacios por su dedicación y cariño que siempre supera cualquier expectativa.
Obviamente no puedo olvidarme de mis compañeros peruanos: Ana, Oscar, Pedro, Sergio… que a más de 35.000 kilómetros de distancia comparten visión, sueño y esfuerzo con nosotros.
Y por supuesto también tuve un momento de recuerdo para mis socios: Raúl Baltar y Pilar Martinez que aunque lo nieguen, creen más en Proceso Social que yo mismo muchas veces. Ellos están ahi siempre y saben perfectamente decir la palabra necesaria para que yo actúe.
Por último hay una lista interminable (asi que pido perdón si me olvido de alguien) de amigos que con su conocimiento, su cariño, su mala leche, su visión o simplemente con su tiempo merecen también parte de este premio. Me estoy refierendo a Nacho Villocs, a Montse Guardia, a Isabel Juarez, a Gonzalo Osés, a Javier Sirvent, a Antonio Domingo, a Mamen, a Ernesto, a Yago Uribe, a Jaime , a Félix, a Luis Deber, a Antonio Crespo, a Paco Bree, a Andoni, a Jose Carlos, Julio y todo su increible equipo, a Antonio Martin, a Sebas, a Javier Garzás, a Pachi Medina…..
A un numeroso grupo de gente que me hizo ver en tan sólo cinco segundos aproximadamente (que es lo que duró este pensamiento), que a pesar de pensar que Proceso Social es una empresa pequeña, debo pensar que se trata de una empresa muy grande en valores y en alma.
Muchas gracias a todos, Felicidades por este premio y esto me permitirá segui diciendo eso de: “Hoy la #calidad me lleva a…..”